viernes, 3 de julio de 2009

Vivir Solo...¿Alzheimer?

UN ESTUDIO ADVIERTE DE QUE VIVIR SOLO AUMENTA
EL RIESGO DE PADECER ALZHEIMER

Poco a poco nos van quitando todas las libertades, ahora resulta que vivir solo es peligroso para nuestra salud. ¿Querrán decir con ello que voy a tener que casarme o buscarme compañero/a de piso para mantener mi plena conciencia? Hoy aparece esta noticia en los diarios, al parecer son las conclusiones a las que hay llegado un estudio de el British Medical Journal.
Si no era suficiente con asustarnos con la gripe H1N1, el cáncer, las arrugas, el maltrato de los hijos, la falta de dinero, la sequedad vaginal, la impotencia, ahora encima, si una vive sola, tiene más riesgo de desarrollar Alzheimer en su vejez.
Sin embargo, creo que los investigadores no han tenido en cuenta que estar solo y vivir solo son cosas diferentes. Los psicoanalistas advertimos de la importancia para la vida saludable de las relaciones y compromisos sociales, del trabajo intelectual, de los proyectos laborales y creativos. En este sentido, es bastante común, que con la jubilación, las personas pierdan gran parte de las relaciones que sustentaban su vida. Al perder la actividad laboral, pierden también las exigencias que, día a día, le mantenían en forma.
Esta soledad, este abandono de las funciones sociales y laborales que en muchos casos se genera en la vida madura, es la que incide en el desarrollo de las demencias. No tiene nada que ver con no tener pareja, ser viudo o viuda, o no tener compañero de piso. Vivir solo puede ser una fórmula estupenda de vida, porque no se está solo en el mundo, vivimos con muchas relaciones que nos sostienen, amistades, compañeros, superiores y subalternos, hijos, vecinos, etc.
En lugar de empezar a preocuparnos por la demencia que no tenemos, hay que comenzar por pensar que es fundamental no abandonarnos a la nada, cuidar nuestras relaciones y compromisos, y si fuera necesario, establecer nuevos. Hay que tener cosas que hacer, personas con las que hablar, historias que escribir y libros que leer, porque todo ello nos mantendrá saludables.
El poeta y psicoanalista Menassa, estudioso de la cuestión, nos dice en su aforismo número 1557_ La vejez, a mí, también, quiso tragarme. Hubo un instante en mi vida que mis arrugas y mis dolores tenían más fuerza que mi pensamiento. En ese instante fue donde envejecí. Cuando me di cuenta de que el poder sobre mí no era yo, sino las palabras, no envejecí más.

Helena Trujillo Luque
Psicoanalista
www.htpsicoanalisis.com

No hay comentarios: