viernes, 29 de enero de 2010

HASTA LOS 67 Y MÁS ALLÁ

HASTA LOS 67 Y MÁS ALLÁ
Hoy todos y todas se han levantado asustados, el Gobierno propone la jubilación a los 67 años. Aquellos que sueñan con librarse de trabajar “lo llevan claro”.
Desde bien temprano a la mañana tuve ganas de escribir algo al respecto. Sé que muchos se están rasgando las vestiduras, otros tantos aprovechan para tirar piedras al tejado del Gobierno, algunos se resignan a “tirar palante” y aceptar el envejecimiento de la población. Hay muchas formas de reaccionar a esta noticia, pero no podemos negar muchas cosas. Una de ellas es que la sociedad está en continuo cambio y muchas veces nos cuesta aceptar que las cosas no sean siempre iguales, me explico. Existe la tendencia humana a juzgar el pasado y el futuro con los ojos del presente. Las cosas cambian, queramos o no. Vivimos mucho mejor que hace años y mucho más que hace siglos. Hemos perdido muchas cosas buenas del pasado, seguramente, pero tenemos una calidad y esperanza de vida que, tal vez, es la responsable de que tengamos que ir pensando en trabajar más años.
Vivir más tiempo hace que tengamos que pensar esos años de nuestra vida, qué hacer con 70, 80, 90 años. La sociedad tiene que hacer frente a los gastos sociales y sanitarios de un gran número de personas que quieren vivir con calidad y que tienen derecho a ello. Es por eso que considero muy importante que no sólo hagamos al Gobierno responsable de pensar en estas cosas, en el futuro, en nuestros años futuros. También creo que es fundamental que cada uno de nosotros piense en su propio futuro, en cómo quiere vivir los próximos años y cómo tiene que hacer para ello. Estamos educados para que sea otro el que nos “solucione la papeleta” y así nos va. Pensar en atrasar la jubilación puede estar bien en unos casos y puede estar mal en otros. Pero lo que es cierto es que tenemos que empezar a pensar de otra forma el trabajo.
“Ganarás el pan con el sudor de tu frente” y aquí estamos todos sudando la gota gorda por un poco de pan, un jersey de marca, unos zapatos buenos, unas vacaciones, un televisor de plasma. Con tanto sudor y tanto sufrimiento no queda otra que querer escapar de ese castigo y anhelar una “primitiva” o la deseada jubilación. Pero ¿por qué pensar así? El poeta cubano José Martí escribió: “La felicidad sólo puede hallarse en el camino del trabajo” y con esa frase como bandera vivo, y siento que trabajar no es mi castigo, sino mi medio de realización personal. Me identifico tanto con mi trabajo que es mi vida, mi identidad. Aunque a muchos les moleste que mi profesión sea sinónimo de mi nombre, que piense en trabajar hasta los 100 años, que quiera conseguir mi libertad, comprándola, aquí estoy, pensando que 67 años no son nada. Que hay que vivir la vida plena, yendo cada día a trabajar con la alegría de quien transforma su egoísmo en un producto social.
Podrán entenderme o no, no me importa. Lo que tengo claro es que nadie regala la felicidad. Que es algo que cada uno tiene que conseguirse, aunque no sé si ser feliz es lo que más interesa.

Helena Trujillo Luque
Psicoanalista Grupo Cero
Alumna de los talleres de poesía de Miguel Oscar Menassa, candidato al Premio Nobel de Literatura 2010

jueves, 21 de enero de 2010

MI MAESTRO




MIGUEL OSCAR MENASSA, CANDIDATO AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010

viernes, 15 de enero de 2010

Diario de un año inolvidable - 3-

DIARIO DE UN AÑO INOLVIDABLE
3
DR. MIGUEL OSCAR MENASSA CANDIDATO AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010
Este año acaba de comenzar, pero es un año diez. No sólo por el calendario, o por ser mi décimo aniversario en la profesión, también mi psicoanalista algo tiene que ver con ese significante y, por supuesto, tengo un maestro diez.
Hoy volví a casa, mi casa madrileña, algo cansada tras un largo día, pero con una alegría inusitada. Estuve presente en una clase magistral, fue fantástico estar allí, darme cuenta de lo que somos y del camino en el que estamos, también de lo que podemos conseguir. Me sentí como en mis primeras clases de psicoanálisis, esa fascinación por el campo que se abría ante mí y lo privilegiada que era. Aún sigo sintiéndome una persona privilegiada, sobre todo porque no me he desviado de ese camino que comencé entonces y es una vida maravillosa.
Han pasado más de diez años desde aquel día, hoy estamos celebrando el reconocimiento social de la mejor manera que sabemos, trabajando para los años futuros. Aprendimos que el mayor premio es ser un trabajador, haber elegido la profesión y disfrutar desarrollándola.  Si además, alguna que otra vez, el mundo te regala algún que otro reconocimiento, no se puede pedir más.
Muchas veces he encontrado envidia e incomprensión entre mis contemporáneos, muchas veces quise mostrarles este tesoro y ellos lo pisotearon. Ahora se darán cuenta de su gran error. No es esto lo importante, pero la vida tiene estas cosas. El que sabe elegir, sabe elegir. Lo importante, en este caso, no es medírsela con el otro, sino mostrar que aquello que no entendían, porque no tenían los instrumentos para comprender, la realidad lo valora y te devuelve, con creces, todo lo que uno fue sembrando, también importantes relaciones sociales, también libros escritos, también cuentas bancarias…
15-1-10
Helena Trujillo
Psicoanalista Grupo Cero

miércoles, 13 de enero de 2010

CONOCE LA OBRA DE UN GRAN POETA.

Es otra vez de noche,
y en general, la casa duerme.

Una voz en la radio,
dice sus últimas palabras.
Me entretengo con el humo del cigarrillo,
y me ocurren mil fantasías,
y ninguna tiene que ver,
con recostarme tranquilamente en la cama,
y dormir.

              Entre tantos papeles, me digo,
terminaré siendo un escritor empedernido,
y fijo mi mirada en un punto lejano
y dejo, que la historia del hombre,
irrumpa, con la violencia de su sino,
mi noche.
             Enciendo cigarrillos a mansalva,
uno detrás de otro, como si fueran,
centellantes granadas contra los opresores.

Desde hace millones de años, el hombre vive de rodillas. 
Las granadas estallan en cualquier dirección,
también contra mi rostro.

                           Primitivas presencias,
pueblan mi noche de salvajes ritos,
ceremonias donde la muerte,
siempre es una canción, sublime y misteriosa.

Bestias indomables
-semejantes al hombre por la torpeza de sus movimientos-
danzan a mi alrededor,
iracundos, silvestres.
                            En un mal castellano
me dicen que su jefe,
quiere charlar conmigo.

Sentado en mi cama escribiendo,
pido que dejen de rugir los tambores,
que cese la danza,
que me dejen escribir este poema.
El hombre tiene hambre y sed desde millones de años.

Somos ese hombre hambriento y sediento.
                                                             Poeta,
cantad con nosotros.
                            Venimos de la Mesopotamia,
y del Caribe,
y buscando la perfección hemos llegado,
hasta los mundos que se esconden por encima del cielo,
y no hemos encontrado nada.
Siempre hay un hombre que tiene hambre,
siempre hay un hombre que se muere de sed.
Aquí mismo, poeta, en tu casa,
anidan el opresor y el oprimido.

Sentado sobre mi cama escribiendo,
les digo a los salvajes, que ya es noche, tarde,
que por favor dejen de danzar, que necesito,
hundirme entre las letras,
                                 mi hambre,
                                                mi única sed.

Dejaron de danzar,
el que se destacaba entre ellos,
por su tremenda humanidad,
me fulminó con su mirada.

¿Quién es más cruel?, poeta, ¿quién más salvaje?
el que muere peleando por un trozo de pan,
el que no muere nunca.
Quién producirá el exterminio, poeta,
mis armas o tus versos.
Y ahora poeta, deja la pluma,
hecha a andar y piensa.

Sentado sobre mi cama escribiendo,
le digo al salvaje,
que no quiero irme de mi pieza,
y que siempre supe que pensar,
no es necesario. Y que deseo,
y es la última vez que se lo digo,
seguir escribiendo este poema.
Antes de continuar me detengo,
en la inteligencia del salvaje:
habla bien me digo, y mientras habla
deja escapar entre las palabras el aliento,
para que todo suene vital, desgarrador.

Yo soy el hombre,
                   grita la bestia encadenada.
y tú poeta, eres el hombre.
                   ¿escribir para quién?
dónde los amigos, y dónde los enemigos.
Dime poeta,
                   tu canto acaso, necesita del futuro para ser.
Ese poema que escribes empecinadamente,
contra todo. A quién le servirá.
A ver poeta,
              un verso,
que me diga ahora mismo,
                        qué es el hombre.
Sentado sobre mi cama, escribiendo,
me doy cuenta que la inteligencia del salvaje,
terminará quemando todos mis papeles escritos,
en esa hoguera,
que fueron construyendo a mi alrededor,
sus palabras.
                     Dejo de escribir
lo miro fijamente a los ojos,
y murmuro sus propias palabras.
-en un sólo verso, un hombre-
y me decido a escribir ese verso
y sostengo con mi mirada,
la mirada del salvaje,
y con rápidos movimientos,
tomo la ametralladora y disparo,
varias ráfagas sobre el cuerpo del salvaje
que, con los ojos desorbitados por el asombro,
cae, para morir y desaparecer.
Sentado sobre mi cama, escribo ahora,
con la seguridad de quien ha llegado a la cima.
Un poeta asesinó su hombre para escribir este poema
y eso, es un hombre.


MIGUEL OSCAR MENASSA
CANDIDATO AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010
menassapremionobel.blogspot.com

martes, 12 de enero de 2010

Diario de un año inolvidable - 2 -


DIARIO DE UN AÑO INOLVIDABLE
DR. MENASSA CANDIDATO AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010
2

Empieza un nuevo día, la lluvia y el frío nos dan una tregua, pero el cielo encapotado avisa de que no será por mucho tiempo. El día de ayer parece que fue intenso para mí, esta mañana no había quien me moviera de la cama. Estuve localizando direcciones para ir organizando los apoyos a la candidatura. No hay que apresurarse, sí organizarse y aprovechar la oportunidad que esto nos brinda para conocer a personas e instituciones de Málaga e ir generando lazos de intercambio. Todo movimiento implica cambios y nuevas relaciones, y eso es algo que me genera una gran alegría.
He observado, sin embargo, que algunas personas que muestran un poco indiferentes a que nos esté pasando algo así. Dicha reacción la podría calificar de “envidiosa” porque se alegran de que a un desconocido le toque la lotería y no se de que mi profesor esté nominado para un premio de categoría mundial. Qué le vamos a hacer, cosas así pasan todos los días. Se alegra una persona que apenas te conoce, y tus allegados miran para otro lado.  El afecto no siempre se muestra como amor, a veces también aparece su polo opuesto.
Hoy retomé, tras el parón navideño, mis compromisos con los medios de comunicación. Ha sido reconfortante volver a estar en el plató de televisión, en la radio, volver a escribir un día más. A veces sólo me motiva escribir estar enfadada con algo o alguna noticia que “me hierve la sangre”. Pero no siempre hay que esperar circunstancias así para encontrarse frente al compromiso de la escritura. Debería ser una tarea diaria, así algún día sea posible publicar mi primer libro, luego el segundo… Las cosas no deben ser azarosas, hay que buscarlas.

12-1-10
(Continuará)
Helena Trujillo
MÁS INFORMACIÓN Y APOYOS A LA CANDIDATURA: http://menassapremionobel.blogspot.com/

domingo, 10 de enero de 2010

Diario de un año inolvidable

DIARIO DE UN AÑO INOLVIDABLE
DR. MENASSA CANDIDATO AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010

Esta es la primera hoja del diario que comienzo a tenor de una noticia que ya ha cambiado mi vida. El Dr. Miguel Óscar Menassa, director de la Escuela Grupo Cero de Poesía y Psicoanálisis, escuela en la que estudio desde el año 1996 es oficialmente candidato al premio Nobel de Literatura del año 2010.
Este año la IWA (Asociación Internacional de Escritores) ha sugerido al poeta Miguel Oscar Menassa, hispano-argentino, para ser considerado como candidato para el Premio Nobel de Literatura para el 2010. Emigró a España en 1976 y ha desarrollado allí un gran Movimiento Científico Cultural, uno de los más importantes del Mundo en la segunda mitad del siglo XX. 
Como pueden ver, si el año 2009 fue aquel en el que di grandes pasos en mi vida personal y laboral, el año 2010 se presenta como un año fascinante e inolvidable. Estos acontecimientos son aquellos que te cambian la vida, a mí ya me ha cambiado aunque todavía no me dé cuenta del alcance.
Ser alumna y discípula de un premio Nobel es algo que va más allá de todos mis sueños. Si ya era consciente de la relevancia de la escuela en la que me formo, de la envergadura del pensamiento Grupo Cero en la cultura y la salud, ahora obtiene el merecido reconocimiento mundial. Todos sabemos que no es fácil ser apoyado y valorado por tus compañeros. Muchas veces hay competencia, envidia, malos entendidos, que llegan incluso a echar tierra encima del valor más importante, la cultura. Hace tiempo que aprendí que la cultura no es ser original y único, sino poner en circulación las obras para que otros lleguen a ellas. Menassa llega a decir en uno de sus versos que si uno no es capaz de escribir un poema, coja un gran poema de un gran poeta y le ponga su nombre y esa es la cultura. Todos tomamos de otros lo que somos, hay que ser generosos y entregar al mundo lo que hemos aprendido. Que esta candidatura parta de una asociación internacional de escritores es mucho más encomiable.
10-1-10
(Continuará)
Helena Trujillo

MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA CANDIDATURA

CANDIDATURA DE MIGUEL OSCAR MENASSA AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010


Madrid, 25 de diciembre de 2009

Al Comité del Premio Nobel de Literatura

Este año la IWA (Asociación Internacional de Escritores) ha sugerido al poeta Miguel Oscar Menassa, de Argentina, para ser considerado como candidato para el Premio Nobel de Literatura para el 2010. Emigró a España en 1976 y ha desarrollado allí un gran Movimiento Científico Cultural, uno de los más importantes del Mundo en la segunda mitad del siglo XX. Junto con esta carta, pueden encontrar una página con una pequeña nota biográfica y una muestra de su poesía, su dirección es:
Poeta Miguel Oscar Menassa
Grupo Cero
Calle Duque de Osuna, 4
28015 Madrid
España
La IWA fue fundada en 1978. Apoya los derechos y las libertades en la Declaración Universal de Derechos Humanos para todos en cualquier lugar del mundo. Valoramos: el respeto y la comprensión de todas las culturas y tradiciones étnicas, la libertad de expresión y la diversidad, con la meta de un mundo justo. Más fundamentalmente que la lucha por la libertad de expresión y la diversidad, rechazamos el racismo, el sexismo, “tribalismo” y la discriminación por edad.
La IWA tiene muchos miembros distinguidos como: El Marqués K. Vella Harber, Gran Prior Internacional y Cabeza del Ejecutivo del Supremo Consejo de la Orden de San Juan de Jerusalén (Malta); El Principe Waldemar Baroni Santos (Brasil); Don Ciro Punzo, Príncipe de Cnosso y Manzanilla (Italia); Lord Viktor Busá, Presidente del Parlamento de los Estados Internacionales por la Seguridad y la Paz; El Príncipe Dom Duarte Nuno Joao Pio de Orleáns y Braganza, de Portugal; Dr. Denis Kelleher Muhillym, Presidente de la Universidad Internacional Americana; Dr. Fernando Enrique Cardoso, Presidente saliente de Brasil, de 1994 a 2002, Frei Betto, y escritores famosos como: Ernesto Sábato (Argentina), Noan Chomsky (USA), Fernando Alegría (Chile), Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992, Guatemala, Fidel Castro, Cuba. Entre los inmortales: Dr. Jean Bernard (Francia), Carlos Drummond de Andrade (Brasil), Alberto Moravia (Italia), Ella Fitgerald (USA), Eugene Ionesco (Rumanía), Jorge Guillén y Francisco García Pavón (España,)Juan Carlos María Onetti (Uruguay), Augusto Roa Bastos (Paraguay), Juan Rulfo (México), Julio Cortázar y Manuel Puig (Argentina); Margerite Durás (Francia), Dr. Rosemary C.Wilkinson, Presidente de WAAC (Asociación del Oeste para la Conservación del Arte), Melina Merkuri (Grecia) y muchos otros, aproximadamente 1.430 asociados en 130 países en los cinco continentes del mundo.
Espero merecer su atención en este asunto y le envío mi respeto y consideración.
Sinceramente,
Teresinka Pereira
Presidente de la IWA

PUEDES APOYAR LA CANDIDATURA EN http://menassapremionobel.blogspot.com

jueves, 7 de enero de 2010

Las resistencias contra el psicoanálisis

Las resistencias contra el psicoanálisis
-No se puede decir mejor-

Extracto del texto escrito por Sigmund Freud en 1924

El lactante sostenido por el brazo de su nodriza que se aparta sollozando de una cara extraña; el creyente que inicia el nuevo año con una oración, y que saluda, bendiciéndolos, los primeros frutos del estío; el aldeano que se niega a comprar una guadaña si no lleva la marca de fábrica familiar a sus antecesores. En los tres casos se trata de un mismo displacer, que en el niño halla expresión elemental y primitiva, en el creyente aparece artificiosamente elaborado, para el aldeano se convierte en motivo de una decisión. Pero la fuente de este displacer es el esfuerzo que lo nuevo exige a la vida anímica. Sería tentador hacer de la reacción psíquica frente a lo nuevo el tema de un estudio especial, pero también se suele observar la actitud opuesta: una sed de estimulación que se apodera de cuanto nuevo encuentra, simplemente por ser nuevo.
La aprensión ante lo nuevo no debería sentar plaza en la labor científica. La ciencia, eternamente incompleta e insuficiente, está destinada a perseguir su fortuna en nuevos descubrimientos. Para evitar el engaño fácil le conviene armarse de escepticismo, y rechazar toda innovación que no haya soportado su riguroso examen. Mas este escepticismo muestra en ocasiones dos características insospechadas, pues mientras se opone con violencia a la novedad recién nacida, protege respetuosamente lo que ya conoce y acepta, conformándose, pues, con reprobar aun antes de haber investigado. Pero así se desenmascara como un simple heredero de aquella primitiva reacción contra lo nuevo, como un nuevo disfraz para asegurar su subsistencia.
Todos sabemos cuán frecuentemente en la historia de la investigación científica las innovaciones fueron recibidas con intensa y pertinaz resistencia. Una recepción particularmente ingrata le fue deparada al psicoanálisis. Su novedad era indiscutible, aunque junto a estos hallazgos elaborara cuantioso material ya conocido de otras fuentes.
Al principio su importancia fue puramente terapéutica: pretendía establecer un nuevo y eficaz tratamiento de las enfermedades neuróticas. Pero ciertas vinculaciones  llevaron al psicoanálisis más allá de su objetivo original. De tal manera, por fin, llegó a sustentar la pretensión de haber fundado sobre nuevas bases nuestra entera concepción de la vida psíquica. Después de un decenio de completo desdén, se convirtió de pronto en objeto de interés público, y al mismo tiempo desencadenó una tempestad de indignada reprobación.
El psicoanálisis halló desde entonces numerosos seguidores de importancia, animados por diligente afán que lo ejercen como procedimiento terapéutico para los enfermos nerviosos, como método de investigación psicológica y como recurso auxiliar de la labor científica.
Si alguien lograse demostrar y aislar la o las sustancias hipotéticas que intervienen en la génesis de las neurosis, tal hallazgo no tropezaría por cierto con la protesta de los médicos. Sólo podemos tomar como punto de partida el cuadro sintomático que presentan las neurosis; por ejemplo, en la histeria, el cortejo de trastornos somáticos y psíquicos. Ahora bien: tanto las experiencias de Charcot como las observaciones clínicas de Breuer nos enseñaron que también los síntomas somáticos de la histeria son psicogénicos, es decir, que representan sedimentos de procesos psíquicos transcurridos.
El psicoanálisis tomó este nuevo conocimiento como punto de partida, comenzando por preguntarse acerca de la índole de esos procesos psíquicos que dan lugar a tan singulares consecuencias. Pero semejante orientación científica no podía agradar a la generación médica de entonces, educada en el sentido de la valoración exclusiva de los factores anatómicos, físicos y químicos sin estar preparada para apreciar lo psíquico, de modo que lo enfrentaron con indiferencia y aversión. Evidentemente, los médicos dudaban de que los hechos psíquicos pudieran ser sometidos, en principio, a una elaboración científica exacta.
Los síntomas de la neurosis histérica eran tenidos por productos de la simulación; las manifestaciones del hipnotismo, por supercherías. Hasta los psiquiatras, cuya atención se ve asediada por los fenómenos psíquicos más extraordinarios y asombrosos, no se mostraban dispuestos a considerarlos en detalle y a perseguir sus vinculaciones, conformándose con clasificar el abigarrado cuadro sintomático.
En esta época materialista -o, más bien, mecanicista- la medicina realizó magníficos progresos, pero, no obstante, ignoró ciegamente el más excelso y difícil de los problemas que plantea la vida.
Cabría aceptar que la nueva doctrina despertara tanto más fácilmente el aplauso de los filósofos. Pero aquí tropezó con un nuevo obstáculo, pues lo psíquico de los filósofos no equivalía a lo psíquico del psicoanálisis. ¿Qué puede decir, pues, el filósofo ante una ciencia como el psicoanálisis, según la cual lo psíquico, en sí, sería inconsciente, y la consciencia, sólo una cualidad? Naturalmente, el filósofo afirmará que un ente psíquico inconsciente es un desatino. El filósofo, que no conoce otra forma de observación más que la de sí mismo, no puede seguir al analista por este camino. Así, el psicoanálisis sólo saca desventajas de su posición intermedia entre la medicina y la filosofía.
Semejante situación bastaría para explicar la recepción indignada y reticente que los círculos científicos dispensaron al psicoanálisis, pero no permite comprender cómo se pudo llegar a esos estallidos de furia, sarcasmo y desprecio. Tal reacción permite adivinar que debieron haberse animado otras resistencias, fuera de las meramente intelectuales; que fueron despertadas fuertes potencias afectivas.
Nos encontramos ante todo con la fundamental importancia que el psicoanálisis concede a los denominados instintos sexuales en la vida psíquica del hombre. Según la teoría psicoanalítica, los síntomas neuróticos son deformadas satisfacciones sustitutivas de energías instintivas sexuales, cuya satisfacción directa ha sido frustrada por resistencias interiores. Más tarde, cuando el psicoanálisis traspuso los límites de su primitivo campo de labor, permitiendo su aplicación a la vida psíquica normal procuró demostrar que los mismos componentes sexuales, desviados de sus fines más directos a otros más lejanos, constituyen los más importantes aportes a las obras culturales del individuo y de la comunidad. Estas afirmaciones no eran totalmente nuevas, pues ya el filósofo Schopenhauer había señalado con palabras de inolvidable vigor la incomparable importancia de la vida sexual.
Pero los adversarios olvidaron la existencia de tan ilustres precursores, ensañándose con el psicoanálisis como si éste hubiera cometido un atentado contra la dignidad de la especie humana.
La cultura humana reposa sobre dos pilares: uno, la dominación de las fuerzas naturales; el otro, la coerción de nuestros instintos. Entre los elementos instintuales así sometidos a su servicio, descuellan por su fuerza y su salvajez los instintos sexuales en sentido más estricto. El psicoanálisis jamás estimuló el desencadenamiento de nuestros instintos socialmente perniciosos; bien al contrario, señaló su peligro y recomendó su corrección.
Pero la sociedad nada quiere saber de que se revelen tales condiciones. La sociedad sostiene un estado de hipocresía cultural que necesariamente será acompañado por un sentimiento de inseguridad y por la precaución que consiste en prohibir toda crítica y discusión al respecto.
Esto rige para todas las tendencias instintuales, es decir, también para las egoístas. El psicoanálisis pone al descubierto las flaquezas de este sistema y recomienda su corrección. Propone ceder en la rigidez de la represión instintual, concediendo más espacio a la sinceridad. Ciertos impulsos instintuales, en cuya supresión la sociedad ha ido demasiado lejos, han de ser dotados de mayor satisfacción; en otros, la represión se muestra ineficaz y debe ser sustituida por un procedimiento mejor y más seguro.
El psicoanálisis fue tachado de «enemigo de la cultura». Hasta ahora la actitud del hombre frente al psicoanálisis sigue siendo dominada por este miedo.
El psicoanálisis puso fin a la fábula de la infancia asexual, demostrando que los intereses y las actividades sexuales existen en el niño pequeño desde el comienzo de su vida. Todo esto se puede confirmar con tal facilidad, que realmente fue preciso desplegar un enorme esfuerzo para lograr pasarlo por alto. En efecto, cada individuo recorre esta fase, pero luego reprime enérgicamente su contenido, llegando a olvidarlo. La repugnancia ante el incesto y un enorme sentimiento de culpabilidad son residuos de esa prehistoria individual.
Las fuertes resistencias contra el psicoanálisis no eran, pues, de índole intelectual, sino que procedían de fuentes afectivas.
El concepto psicoanalítico de la relación entre el yo consciente y el inconsciente constituye una grave afrenta contra el amor propio humano, afrenta psicológica, equiparándola a la biológica, representada por la teoría evolucionista, y a la anterior, cosmológica, infligida por el descubrimiento de Copérnico.
No es fácil formarse un juicio independiente en las cosas psicoanalíticas, a menos que se haya experimentado esta ciencia en carne propia o en el prójimo. No es posible hacer lo último sin haber aprendido antes determinada técnica harto dificultosa.

martes, 5 de enero de 2010

Un regalo de reyes


UN REGALO DE REYES



El día amanece radiante, las calles aún están húmedas de la lluvia caída la noche anterior. Los comerciantes se afanan en abrir pronto sus negocios y suben ruidosamente sus persianas. No es un día cualquiera, es aquél en el que todos hemos soñado en nuestra infancia, aquél en el que la noche nos parece más larga que nunca, en el que nuestros sueños anuncian personajes cargados de regalos.

Este ha sido un año difícil para muchos, crisis, paro, problemas económicos, embargos, tristezas, desaliento. ¿Traerán alguna esperanza los Magos de Oriente? ¿Qué nos deparará esta nueva década que recién se estrena? Estamos tan acostumbrados a sufrir por todo, a ver siempre la paja en el ojo ajeno, a olvidarnos de las pequeñas virtudes y de todo lo bueno que también tiene la vida.

Si hubiera escrito una carta a los Reyes Magos no le habría pedido que me tocara la lotería, que no estaría mal, ni que mi teléfono no dejara de sonar porque la gente se anima al psicoanálisis, que tampoco estaría mal; sino que les pediría que fuésemos un poquito diferentes. A veces somos tan tercos que no queremos aprender nada nuevo, nos aferramos a nuestros antiguos ideales que nos prometen el oro y el moro y que nunca se cumplen. El hombre es el único animal que cae una y otra vez en la misma piedra, y no hay forma de sacarlo de ese círculo. Está más valorada la hipocresía que la sinceridad, se prefiere al falso amigo al que nada le importas, que al buen amigo que te advierte de los peligros de tus conductas. Se prefiere el cinismo del que critica por hacer daño y que no barre su propia casa, ni educa a sus propios hijos ni ama a nadie sólo a sí mismo. El mundo gira y gira como dice el tango, y a veces es un mundo tan traicionero, donde es uno mismo el que se traiciona, el que puede alejarse de su propio rumbo y vivir la vida de otros que ya vivieron. No nos damos cuenta de que si uno no se para a pensar a dónde quiere ir, puede llegar a cualquier lado, a una cloaca.

Queridos Reyes, si escribiera una carta, os pediría más sensibilidad, más humanidad. La vida no puede vivirse de cualquier manera. No puedo hacer al otro responsable de mis problemas ni mirar al cielo para ver caer las soluciones. Un poco de sentido común, de espíritu científico, de cultura. Este mundo necesita más personas que amen la vida y no la desperdicien. Más letra y menos sangre, más palabras y menos lágrimas.

Si una carta sirviera para todo esto estaríamos salvados. Pero la vida no es sueño, la noche de Reyes es eso, una noche. Y mañana el día amanecerá, como otros tantos, llenos de rencor, avaricia, silencio. A no ser que tú, que yo, que nosotros, nos animemos a lo contrario.


Helena Trujillo
Psicoanalista Grupo Cero